No todas las almas que escapan del Yomi pueden retornar a sus propios cuerpos. Movidos por los vientos del Infierno, algunos seres no se pueden asentar bien en el mundo físico. Estos espíritus buscadores deben retornar a cuerpos que no son los suyos e ir vagando de cuerpo en cuerpo, buscando su redención kármica.
Los Yulan-jin están atados a un ciclo constante de muerte y renacimiento. Cuando uno de estos seres «muere», su alma busca un nuevo cuerpo, del que el Yulan-jin pasa a tomar control. Estas entidades no tienen control real sobre la elección de su nuevo cuerpo; el P’o, buscando un hogar, simplemente busca un cuerpo en el que el Yulan-jin pueda continuar existiendo. La personalidad, memoria e identidad del cuerpo pasan al Yulan-jin, aunque de forma fragmentada. Muchas veces los aliados y amigos del Yulan-jin se hallan a kilómetros de distancia, así que cada vez que cambia de cuerpo, este ente está obligado a comenzar de nuevo.
Es imposible hablar de los Yulan-jin como algo distinto de los Kuei-jin, de hecho, son iguales a estos salvo por su «problema» con los cuerpos. Ellos también deben pagar una deuda kármica, y muchas veces se relacionan con Cortes o forman parte de algún Wu, buscando la ascensión, aunque esto son casos aislados. Los Yulan-jin suelen mantenerse ligeramente aislados de la política de los catayanos. Para que un Yulan-jin reconozca a otro, éstos suele referirse a sus nombres con el prefijo «Yulan», quedando nombres como «Yulan Ho» o «Yulan Shin».
Para crear personajes Yulan-jin deben generarse al igual que los Kuei-jin, aunque con algunas pequeñas distinciones. La Fuerza de Voluntad oscila siempre entre 3 y 5 y hay que tener en cuenta que algunos Dharmas suelen ser complicado de seguir (como La Senda de los Mil Susurros).
Sobre el cambio de cuerpos, éste se efectúa si la Fuerza de Voluntad del personaje llega a 0, si su Chi temporal (sea del tipo que sea) se agota o si sufre la Pequeña Muerte. Un Yulan-jin que sufre la Muerte Definitiva no vuelve con un cuerpo nuevo, sino que su alma es reclamada por el Yomi. Cuando se produce un cambio de cuerpos, el nuevo cuerpo que busca el P’o busca alguno con características similares a las del anterior (incluido sexo), no debiendo hacer cambios en Atributos o Méritos Físicos o algo similar, salgo que el Narrador lo especifique. Cuando un Yulan-jin toma un cuerpo nuevo tira Fuerza de Voluntad a dificultad 7 para ver hasta que punto recuerda la vida del cuerpo en el que ahora reside. Si se obtienen menos de 5 Éxitos, entonces el personaje pierde un punto en toda Habilidad que tenga por encima de su Fuerza de Voluntad. Por último, el cambio de cuerpos es algo tan traumático que se pierde un punto en el Dharma cada vez que se efectúa el cambio. Por suerte, existen leyendas que atestiguan que algunos Yulan-jin han logrado asentarse en un cuerpo, sea por llevar un ascético estilo de vida, por su dominio de las Artes del Alma o por alguna otra razón…
NOTA: Se podrá encontrar más información en el Companion de Estirpe de Oriente (Pagina 35 y 36).